“Exageré mi caracolismo hasta visitar mares remotos. Mis amigos también comenzaron a buscar conchas marinas, a encaracolarse. En cuanto a los que me pertenecían, cuando ya pasaron de quince mil, empezaron a ocupar todas las estanterías y a caerse de las mesas y de las sillas. Los libros de caracología o malacología, como se les llame, llenaron mi biblioteca.”
Pablo Neruda, Memorias.
El proyecto tiene como objetivo la renovación de la museografía para la colección de Caracolas en la Casa Museo de Pablo Neruda en Isla Negra. La propuesta de exhibición logra generar un ambiente neutro y luminoso que, a través de lineas contemporáneas, pone en valor esta pequeña parte de una colección de caracolas que cuenta con más de nueve mil ejemplares marinos, de agua dulce y terrestres, provenientes de Chile, Sudamérica y del resto del mundo.
En el contexto de la Casa Museo, la Sala Caracolas corresponde al cierre del recorrido de los visitantes. Ubicada a continuación de la covacha de Neruda, la primera operación fue generar un acceso que establezca un limite claro entre la casa museo y esta sala expositiva, que cuenta con un caracter distintivo y requiere, por tanto, una cierta intimidad que la distancie del lenguaje arquitectónico del resto de la casa.
Esto se genera a través de dos frentes desfazados que dejan entrever, a través de dos cabezales curvos, el acceso al interior de la sala.
Dada la geometría angosta y alargada del recinto, la estrategia consiste en materializar una envolvente que permite ubicar la colección en el perímetro, dejando el centro de la sala libre para circulación. A su vez, las vitrinas perimetrales se separan del pavimento a través de estructuras metálicas confinadas a los muros existentes de la sala, despojando a los soportes de todo peso.
Se propone una simetría imperfecta en el espacio en donde dos vitrinas continuas, con leves matices y variaciones de tamaño, dan cabida a distintos tipos de caracolas construyendo la narrativa del recorrido. La iluminación está concebida íntegramente con tecnología led, considerando iluminación directa para las vitrinas e indirecta para la sala tanto en el cielo como en el piso. Junto con esto se realiza un trabajo de retroiluminación de vidrios serigrafiados para generar suaves profundidades y matices de luz interpretando la inmersión acuática.
Para el pavimento se propone un hormigón pulido con piedrecilla vista que sintoniza con la textura de la arena y la dureza de la concha.
Un video inserto en el sistema de vitrinas nos muestra oníricamente a Neruda inmerso en un paseo de orilla mar, misma playa que se encuentra a pie de la casa.
EquipoSHIFT arquitectosClienteFundación Pablo NerudaTamaño50 m2UbicaciónIsla NegraEstadoConstruidoAño2015 Link [Plataforma] [Archdaily] [YouTube]